¿Qué significa ser un periodista multimedia?
La definición de los libros es “aquel periodista que usa una
combinación de medios diferentes, pero integrados para contar una historia”. Me
gusta esa explicación. No es pretenciosa y, sin embargo, muy acertada.
No obstante, para mi significa algo más. Libertad. No tener
que atarme a algún formato específico. Amo escribir, me encanta tomar fotos y
soy feliz haciendo videos, sin dejar de lado que siempre quise hacer algo con
mi voz. La posibilidad de no tener que elegir uno sobre el otro, sino buscar
maneras de combinarlos, es magnífica.
En los últimos meses había negado un tanto mi lado de la
escritura, por la premisa de que ya era un “video periodista”. Sin embargo,
omitir la base de esta profesión sería un gravísimo error, uno
irremediablemente propenso a la mediocridad. Todo va de la mano, y en esta era
del internet, ya no se valora tanto la especialización. Aquel que llegue a ser
más completo y hábil tiene las de ganar.
Eso es una carga de la que ya me he librado. Había tenido
algo de conflicto en mi autoimagen como periodista. Eso se ha terminado. Ya que
me veo precisamente así, como periodista multimedia. Además de que el título
tiene mucho más caché.
Me siento como un niño en juguetería. A veces me da miedo
despertar y darme cuenta que todo esto es un sueño. ¿De verdad me pagan por
hacer esto? ¡Creo que ni siquiera ser guitarrista de una banda de metal progresivo
se le compara! Y la mejor parte es que nunca estaré demasiado viejo para
continuar con esta labor. Tampoco atenta contra mi relación con Jehová y mis
seres queridos. Al contrario, me permite tener una perspectiva a futuro con mi
persona favorita en este planeta (that´s you sweetie).
Ahora, en cuanto al contenido, pues… de acuerdo al primer
post en mi site, mi labor será informar sobre eventos nacionales e
internacionales de interés en esta región. O sea, enfocándome más a temas
“tradicionales”. Pero, por una buena razón la página lleva mi nombre, y no el
de una materia. Puedo cambiar de giro siempre que lo crea pertinente. Por
ejemplo, esta semana hablaré sobre las armas hechas con impresoras 3D, y para
el Heraldo, una nota sobre el Hell & Heaven, al que asistiré la siguiente
semana.
No importa como sea, lo interesante de esto es que el método
está definido. Todos estos cambios apenas a un mes de haber iniciado mi
maestría. Mal puedo esperar para ver el nivel que tendré en 12 meses que haya
terminado. NY Times, aquí vamos!
Pero, la verdad es que no me importa dónde publique mi
trabajo. Desde que me permita servir a Jehová y estar con “Ella”, lo demás sale
sobrando. Ok, demasiado sentimental. Es hora de mi dosis diaria de metal, para
que se me quite lo joto. El soundtrack del día de hoy, “Enshine”, pa’ los
cuates.
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