Nunca ha dejado de sorprenderme cómo,
después de dormir, todos los problemas parecen infinitamente menores. No
solamente los problemas, sino también los momentos de “no saber qué hacer.
Francamente no sabría como clasificarlos, así que por definición se les tratará
de igual manera.
Se ha dicho mil veces que hay temor en la
incertidumbre. Yo puedo atestiguarlo. Sin embargo, una cosa es tener miedo y
otra muy distinta es sucumbir a él. El miedo es útil. Hace que prestemos más de
la debida atención. Agudiza los sentidos y da un panorama diferente.
En vista de lo ya escrito, confieso que me
veo ante un panorama de lo desconocido, ergo víctima de sus efectos. Es cierto que ya había hecho planes
para una mudanza de TODO. Cambio de ciudad, de empleo, de congregación, de
entorno. No es nuevo, ya estaba decidido desde hace 8 meses. La nueva variable
(si es que hay alguna) es que ahora percibo toda la monumental labor qué hacer por delante.
Obviamente, el principal tema es el
monetario. Soy joven, pero no TAN joven. No como para regarla de nuevo.
Cualquier cosa que haga a mi edad repercutirá por la siguiente década, sino es
que por lo que quede del sistema. No me puedo tomar tan a la ligera el aspecto
profesional. El principal complicador de esto es mi servicio de precursor.
Sería sencillo conseguir un empleo “normal”, pero eso significa dejar mi
comisión, cosa que no pienso hacer a menos que sea totalmente necesario. En
vista de que esta situación que se avecina es voluntaria, dejar el precursorado
es impensable.
Ahora, un complicador no es un
imposibilitador. Sólo hace las cosas más desafiantes, lo que muchas veces se
traduce en más divertido. Mi viejo me enseñó que nuestro apellido debe ser
asociado a “hacer lo que se debe cuando los demás no pueden”. Lástima que nadie
me preguntó si quería ese paquete. Pero ya lo tengo, así que no hay vuelta de
hoja.
Es por eso que a partir de hoy dedicaré
cada momento que esté despierto a alcanzar mi objetivo. Ese es tener una fuente
de ingresos rentable y remota (el pequeño detalle) que me permita mantenerme en
el servicio de tiempo completo en SC.
Hay toda una serie de acciones que he
emprendido hoy, como el cambiar mi horario de vida, para poder hacer Forex.
Además, comenzaré a ofrecer servicios de videoperiodismo a otros medios
locales, no solo a mi principal empleador. Por supuesto que a los otros sí les
cobraré. Todo en el afán de conseguir contactos y experiencia que
posteriormente podrán ser monetizados e utilizados en el extranjero.
Eso significa que me convertiré en un
cazador de noticias. Un excelente entrenamiento. Sólo para esta semana tengo
planeadas 3 notas, mismas que realizaré y editaré a lo largo del restante
segundo mes del año.
Además, en vista que Google Ad Words para
video está siendo un boom interesante en la zona, no me vendría mal ofrecer ese
servicio a un costo módico. Incluso va de la mano con el periodismo visual, ya
que la primera mitad del sustantivo está modestamente superada, pero la segunda
requiere de más práctica.
Creo que le he dedicado muchas letras al
asunto. Pero no importa. Las grandes decisiones tienen que ser bien pensadas.
Jehová me ha bendecido con respuestas expeditas y un nuevo estudio bíblico.
Quiero interpretar eso como que voy en el camino correcto.
Es cierto que la mayoría de los hombres
modernos le tememos a uno de los peores monstruos de nuestra sociedad actual,
la no liquidez o sustentabilidad financiero. Pero me enfrentaré a ese gigante.
Todo por un único e invaluable precio: verla sonreír.
¿Cuánto vale ese gesto? Para mi,
absolutamente todo. Podría escribir hojas y hojas sobre ello, desde el punto de
vista intelectual, semántico, sentimental y hasta fisiológico, pero eso es tema
de otra entrada.
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