martes, 11 de diciembre de 2012

Eureka


Antier me sentí como Arquímedes. No por la afición a correr desnudo por las calles de mi ciudad posterior a una epifanía (aunque confieso que me gustaría experimentarlo alguna vez en la vida). Más bien por la iluminación recibida después de un largo periodo de meditación. Pero antes, un poco de contexto.

Desde que decidí mudarme a Brasil he estado preocupado. No es para menos. Aunque conozco el idioma y la cultura, eso no quita que habré de iniciar desde cero. Conseguir empleo, hacerme un nombre en la congregación, ajustar mis papeles y tener una base afectiva son los puntos a palomear. El desafío es lo de menos. Pero, como dice Lucas 14:28,  es necesario sentarse y calcular los gastos.

He analizado las siguientes posibilidades, con sus puntos a favor y en contra:

El Forex por sí sólo es una pésima opción, pero como complemento es altamente eficaz, así que queda aprobada. Sin embargo es necesario tener algo más sólido, con lo cual pueda comenzar a moverme.

Las opciones marcadas en “no” están fuera de juego, ya que mi prioridad es el precursorado. Entonces, eso me deja las amarillas.

Dar clases de idiomas, desde que sea en un principio, podría ser atractivo. Cierto, la paga raya en miserable, pero con el otro complemento podrá alimentar a un joven soltero de 27 años.

La enseñanza universitaria es algo que me atrae desde hace algunos años. No me molestaría en lo más mínimo trabajar en esto. Sin embargo, en vista de que es necesario tener un curso de docencia para poder dar clases en Brasil, esta opción queda en el aire, y por lo tanto descartada de inicio.

La otra opción –mi favorita- es el periodismo, o más específicamente el video periodismo, freelance. Tengo toda la flexibilidad del mundo en horario, la paga es buena y es algo en lo que estoy adquiriendo experiencia. Además, mi título actual me facilita mucho buscar oportunidades en esta rama.

Sin embargo, la realidad es que, con un fondo negro, luz tenue sobre mi cabeza, traje negro, camisa blanca y corbata roja, mientras mi piel se ve en gris y negro, mirando hacia abajo, debo reconocer que: es inviable es una ciudad tan pequeña como Blumenau.

Entonces, "¿Dónde está la Eureka?" te preguntarás. Es algo muy simple. Aunque inicialmente quizás deba mudarme a una ciudad más grande, como Curitiba, lo cierto es que después de algún tiempo, cuando mi nombre ya esté posicionado, podré moverme a donde sea.

También hay otra posibilidad. No trabajar en medios brasileños. Enfocarme en hispanoparlantes únicamente. Quizás anglosajones de vez en cuando, como Storyhunter. Sea como fuere, es mandatorio salir de mi país con vastos contactos en la industria.

Para poder hacer lo anterior, debo, desde ahora, separar mi nombre al del Heraldo. Venderme a mi mismo como una marca. Hacer de mí mismo una empresa de medios, con la particularidad que esa compañía no se llamará “DLP Media”, “MadDog Productions” o cualquier otro nombre que mi mente pueril pueda concebir. Simple y sencillamente Arturo de la Peña.

Ahora, un logo, sitio personal con correo vinculado, fan page en redes sociales y algo de ad Works en Google no me vendría nada mal. Poner allá afuera lo que yo estoy haciendo, como un producto mío, no como del periódico para el cual trabajo, es el paso a seguir.

Algunos ejemplos que gente que hace lo que pretendo hacer son www.maxmorse.com y www.seanleedavies.com. Cabe notar que no he encontrado a ningún hispano, ¡lo que es genial! La competencia es menor.

Debo destacar que, aún haciendo todo esto, Curitiba de todas formas siga siendo la mejor opción. No obstante, es tajantemente erróneo tomar cualquier decisión únicamente considerando el punto de vista material. Soy precursor y debo ir donde haya oportunidad de servicio espiritual. Obviamente, en la ya mencionada ciudad, existe esa posibilidad de ensanchar mi labor. Pero hay otros sitios que requieren de mayor asistencia.

Jehová, como lo ha hecho hasta ahora domingo, me muestra los pasos a seguir poco a poco. Aún no es momento de tomar una decisión. De cualquier manera, lo expuesto en los párrafos anteriores debe ser puesto en marcha sin importar el destino.

Estoy feliz con esta respuesta. Ahora es momento de poner manos a la obra; ordenar los arquetipos, hacer una lluvia de ideas en papel junto con un plan de negocios. Cueste lo que cueste, viviré cerca de la chica de mis sueños. Pero eso es tema de otra entrada.

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